Tras ser deportado, Alfredo Juárez Ceferino continúa su labor a favor de trabajadores migrantes
Alfredo Juárez Ceferino, un joven líder sindical indígena, ha continuado su labor con la organización Familias Unidas por la Justicia, tras ser deportado de forma voluntaria a México. Este sindicato es el primero de trabajadores agrícolas en Estados Unidos y cuenta con unos 400 miembros que hablan lenguas indígenas como el triqui y el tu’un savi (mixteco).
Juárez Ceferino, que tiene 26 años y es originario del municipio de Tlacochistlahuaca, Guerrero, fue arrestado por autoridades migratorias estadounidenses el 25 de marzo de 2025, en un contexto marcado por la política migratoria de Donald Trump. En su camino hacia el activismo, comenzó como traductor entre trabajadores migrantes y empresarios en las granjas de Washington, donde pronto se percató de las injusticias laborales que sufrían los trabajadores.
En un relato realizado en el III Encuentro sobre Migración y Pueblos Originarios organizado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Juárez describió las precarias condiciones de trabajo en las que los trabajadores se veían obligados a laborar largas jornadas sin descanso, tiempo para comer o acceso a instalaciones sanitarias. Fue durante una huelga que conoció a Rosalinda Guillén, fundadora del sindicato Comunidad Comunidad, quien se convirtió en su mentora en la organización sindical.
Su experiencia resalta la importancia de la sindicalización y la lucha por los derechos laborales en el contexto de los trabajadores agrícolas migrantes en Estados Unidos, así como la necesidad de defender y visibilizar las condiciones de aquellos que laboran bajo situaciones precarias.


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