La situación en el fútbol turco es preocupante, ya que la Federación Turca de Fútbol está llevando a cabo una investigación sobre más de 150 árbitros involucrados en apuestas en partidos. Según el presidente de la federación, Ibrahim Haciosmanoglu, se ha descubierto que una gran parte de los árbitros activos tiene cuentas en casas de apuestas, lo que plantea serias dudas sobre la integridad del deporte.
De los 571 árbitros, 371 tienen al menos una cuenta de apuestas, lo que es un número alarmante. Entre ellos, 152 han realizado apuestas en partidos de fútbol, lo que incluye a árbitros y asistentes de alto nivel. También se destaca que algunos árbitros han apostado en una cantidad extremadamente alta de partidos, lo que indica un comportamiento muy sospechoso y posiblemente ilegal.
Haciosmanoglu ha subrayado la necesidad de un cambio en el fútbol turco y ha afirmado que es responsabilidad de la federación limpiar el deporte de cualquier tipo de corrupción. El consejo disciplinario de la federación se está ocupando de estos casos con urgencia, lo que sugiere que el organismo está tomando este asunto muy en serio.
Es fundamental que el fútbol mantenga su integridad y que se tomen las medidas necesarias para erradicar cualquier forma de corrupción y garantizar un juego limpio para todos los involucrados.