En un operativo realizado en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, fuerzas de seguridad federales y estatales abatieron a cuatro supuestos miembros del crimen organizado, vinculados al ataque en el que fallecieron cinco policías el pasado 2 de octubre. Este conflicto está relacionado con la disputa territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa en la frontera entre México y Guatemala.
El operativo resultó en la confiscación de cuatro vehículos, tres de los cuales estaban blindados, así como varias armas de fuego, incluyendo tres rifles AK-47 y un rifle R15 equipado con un lanzagranadas. Se ha señalado que los abatidos podrían estar asociados con el Cártel Chiapas-Guatemala, un grupo del CJNG.
La Secretaría de Seguridad del Pueblo reportó que la acción fue una respuesta a la emboscada sufrida por sus elementos en la comunidad Las Champas, donde fueron atacados con armas de fuego y granadas. El enfrentamiento que se produjo en esta área duró más de dos horas y fue entre la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal y presuntos miembros del crimen organizado.