El abatimiento de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias "El Perris" o "El 27", marca un golpe significativo para el grupo criminal "Los Chapitos" y su líder, Iván Archivaldo Guzmán. Figueroa, quien se había convertido en una figura clave en la estructura de seguridad del cártel tras la detención de su predecesor, fue inicialmente encargado de orquestar actividades criminales, incluyendo el secuestro del capó Ismael “El Mayo” Zambada García.
La operación del Ejército Mexicano en Navolato, Sinaloa, que culminó con su muerte, también dejó a dos soldados heridos, destacando la intensidad del enfrentamiento. La recompensa de un millón de dólares ofrecida por Estados Unidos refleja la relevancia de Figueroa en las operaciones del cártel y la lucha contra el crimen organizado en la región.
Su ascenso y posterior descenso tras la captura de varios de sus colaboradores ilustra la dinámica volátil y a menudo violenta dentro de las estructuras de poder del narcotráfico en México. Esto también resalta los esfuerzos continuos de las autoridades mexicanas y estadounidenses para desmantelar las organizaciones criminales que operan con impunidad en el país.