El cierre de la gira de rendición de cuentas de Claudia Sheinbaum en Morelos ha generado controversia, ya que se han reportado movilizaciones organizadas por diversas instancias del gobierno y sindicatos, similares a las prácticas tradicionales del PRI. Se evidenció el acarreo de ciudadanos y la participación obligatoria de burócratas, además de la distribución de alimentos y apoyos para incentivar la asistencia.
El evento se llevó a cabo en el recinto ferial de Acapantzingo, donde miles de personas fueron trasladadas desde distintos municipios, lo que provocó un notable congestionamiento en la zona. Durante su discurso, Claudia Sheinbaum defendió la soberanía de México y criticó las acciones de Estados Unidos en relación a negociaciones de aranceles y temas de seguridad, reafirmando su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las movilizaciones no solo incluyeron la asistencia a la asamblea ciudadana, sino que también se registraron manifestaciones de familiares de víctimas, lo que añade una capa de complejidad a la situación. El uso de recursos públicos y la movilización de personas para eventos políticos son prácticas que generan preocupación sobre la transparencia y el uso ético de la administración pública.