El ataque al alcalde Miguel Bahena Solórzano de Pisaflores, Hidalgo, es un suceso alarmante que resalta el problema de violencia en diversas regiones de México. Según el informe, Bahena fue asesinado el 20 de octubre mientras estaba afuera de su casa, recibiendo al menos cinco disparos en el cuello por dos hombres en motocicleta.
Tras el ataque, se activó un operativo de búsqueda que involucró a la policía local, la Secretaría de Seguridad Pública del estado, la Guardia Nacional y cuerpos policiales de municipios cercanos. A pesar de estos esfuerzos, no ha habido resultados en la captura de los agresores. Las autoridades están considerando la posibilidad de que los atacantes contaran con cómplices que facilitaran su huida.
El alcalde había estado trabajando en la comunidad, visitando zonas afectadas por la perturbación tropical 90-E, y se había comunicado a través de sus redes sociales sobre los daños provocados por la lluvia. Lamentablemente, fue trasladado a una clínica local después del ataque, pero llegó sin signos vitales.
Este trágico evento muestra los riesgos que enfrentan los funcionarios públicos y pone de manifiesto la urgencia de mejorar la seguridad en áreas vulnerables de México, donde la violencia puede interrumpir el trabajo de líderes comunitarios que buscan el bienestar de sus ciudadanos.