Las tensiones entre la población de San Miguel Totolapan y las fuerzas armadas han aumentado recientemente después de un incidente que llevó a la expulsión de soldados de la localidad. Según relatos de familiares, un menor de 13 años fue agredido por militares, quienes lo retuvieron sospechando de su comportamiento tras ver que portaba botas de trabajo. Durante el enfrentamiento, el adolescente fue golpeado en la cabeza con un rifle, lo que provocó su traslado al Centro de Salud local por parte de la policía municipal.
El incidente desató la indignación de los habitantes de la comunidad, quienes se reunieron en la base provisional del Ejército para exigir su salida. Manifestaron su deseo de mantener la paz y la tranquilidad en la zona, afirmando que la policía municipal es suficiente para garantizar la seguridad. Este acontecimiento resalta las complejas relaciones entre la comunidad y las Fuerzas Armadas en áreas afectadas por la violencia y el crimen organizado en México.