La desaparición de Teresa Ramírez Enríquez, de 60 años, ha causado gran preocupación en Hermosillo, Sonora. Desde su desaparición el 23 de mayo, su familia ha estado buscando respuestas y ha sospechado que ella puede haber sido víctima de "levantones" supuestamente organizados por la policía municipal. La Comisión de Búsqueda de Personas del estado emitió una alerta sobre su desaparición el 18 de junio, y tras una denuncia presentada por su hermana ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), se inició una investigación.
La hermana de Teresa aportó un testimonio que indica que un "lavacoches" afirmó haberla visto en un autobús hacia Navojoa, donde ella se bajó antes de llegar a su destino. La CEDH ha tomado medidas para asegurar que se priorice su presentación con vida y continúa investigando la veracidad de la información.
El contexto del caso incluye el arresto de dos policías municipales de Hermosillo supuestamente involucrados, justo al día siguiente de la renuncia del comisario de la corporación, quien dejó su puesto alegando "intereses ajenos". A pesar de estas acciones, el caso permanece sin resolución debido a que la situación legal de los policías detenidos aún no se ha determinado y las investigaciones de la fiscalía y la CEDH siguen en proceso. La complejidad de la situación, con múltiples víctimas y un entorno de presuntas irregularidades dentro de la policía, subraya la seriedad del problema de la desaparición de personas en el área.