El operativo “Caudal”, implementado el 24 de octubre, está diseñado para combatir el robo de agua en el Estado de México y ha generado una significativa crisis laboral y problemas de movilidad en la zona metropolitana. A partir del 27 de octubre, más de 200 trabajadores de purificadoras y operadores de pipas han comenzado a bloquear importantes vías, incluyendo el Eje 6 Sur, en protesta por las clausuras de pozos y tomas clandestinas realizadas por las autoridades.
En este esfuerzo, se han clausurado 51 pozos y 138 tomas clandestinas en 48 municipios, con la participación de diversas autoridades, incluyendo la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y la Guardia Nacional. Se llevaron a cabo cateos y se aseguraron múltiples inmuebles y pipas asociadas a las redes de distribución ilegal de agua.
Las autoridades argumentan que su objetivo es desmantelar estas operaciones ilegales, conocidas como "huachicol del agua", que afectan el costo y la calidad del servicio del agua. Sin embargo, los trabajadores protestan, sosteniendo que estas acciones los han dejado sin medios para ganarse la vida. En sus manifestaciones, se puede leer el mensaje "No somos huachicoleros, somos piperos", demandando alternativas que les permitan continuar operando, incluyendo la reapertura de pozos o el establecimiento de puntos de abastecimiento que ofrezcan precios justos.