Lamentablemente, la explosión de la pipa de gas en Iztapalapa ha causado una tragedia significativa, afectando tanto a las personas como a los animales en la zona. Mientras el número de muertes ha aumentado y muchos heridos continúan en tratamiento, la historia de Cereza y Tita ha resonado profundamente en las redes sociales, generando una ola de empatía y apoyo.
Cereza, la perra embarazada que sobrevivió a la explosión, ha sido objeto de atención mediática debido a sus severas quemaduras y el difícil proceso de recuperación. La labor del equipo veterinario del centro "Huellitas, amor sin fronteras Ana Silvia Díaz F." es fundamental en su tratamiento, donde se le ha proporcionado atención médica especializada, incluyendo cirugías y cuidados postoperatorios. Su historia, junto con la de su cachorro, ha movilizado a muchas personas a realizar donaciones para ayudar con los gastos veterinarios.
La situación es un recordatorio del impacto que desastres como este tienen no solo en los seres humanos, sino también en los animales, que a menudo son olvidados en medio de la tragedia. La atención hacia casos como el de Cereza y el pequeño perrito es vital para fomentar la empatía y la responsabilidad hacia todos los seres vivos que sufren en tiempos de crisis.