El conflicto en Santiago Xanica, Oaxaca, refleja una tensión significativa entre los derechos indígenas y la intervención del gobierno estatal en procesos electorales comunitarios. La intervención del secretario de Gobierno, Jesús Romero López, al desconocer las elecciones internas y respaldar la reelección de Miriam Díaz Luis, se considera una violación de los derechos electorales y de autogobierno de la comunidad indígena.
La falta de documentación que valide la reelección de Díaz Luis, según el Instituto Estatal Electoral de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), pone en evidencia las irregularidades en el proceso. A pesar del rechazo de la población y las evidentes incongruencias denunciadas, como la falta de consulta y la imposición de la reelección, el gobierno estatal parece actuar en desacato a las normativas indígenas.
Las protestas de los pobladores, que se celebraron a pesar de la presencia intimidante de fuerzas como la Marina y la Guardia Nacional, sugieren una resistencia comunitaria firme contra lo que perciben como un abuso de poder. La comunidad recalcó que la decisión sobre la reelección debe ser tomada por la asamblea comunitaria, el organismo máximo en su sistema normativo indígena, y no por el cabildo ni por imposiciones del gobierno estatal.
Este caso subraya los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas en la protección de sus derechos de autonomía y libre determinación ante la presión del estado y destaca la importancia de respetar sus procesos y decisiones internas.