El alcalde de Xoxocotla, José Carlos Jiménez Ponciano, enfrenta una grave crisis política a tan solo 11 meses de su gestión. Esta crisis se debe a denuncias formuladas por más de la mitad del ayuntamiento en su contra, que incluyen acusaciones de violencia política de género, retención de salarios y omisiones en el cumplimiento de laudos laborales. El Cabildo, que se compone de diez regidores además del presidente, se encuentra dividido en dos bloques con posiciones opuestas.
Las denuncia principales contra Jiménez Ponciano incluyen casos de violencia política hacia la síndica y tres regidoras, así como hacia otros dos regidores. Los denunciantes afirman que las autoridades estatales lo están protegiendo y minimizando las acusaciones.
Desde el inicio de su administración, Jiménez Ponciano ha tenido protección de la Policía Estatal y la Guardia Nacional, evidenciando el contexto de violencia política que ha estado presente en Xoxocotla. Este municipio indígena, que se constituyó oficialmente en enero de 2019, ha tenido un historial trágico en sus procesos de gobernabilidad, comenzando con el asesinato de su primer presidente municipal electo, Benjamín López Palacios, poco después de asumir el cargo. A lo largo de las elecciones, la violencia ha sido un problema recurrente, afectando tanto a candidatos como a funcionarios.
Jiménez Ponciano, anterior suplente y amigo de una víctima reciente de esta violencia política, asumió la alcaldía en medio de un contexto crítico y con garantías de seguridad, un claro indicativo de la situación compleja y peligrosa que enfrenta como líder municipal.