Dedazo judicial: ésta es la reforma que Rafael Guerra usó para blindar su poder más allá de 2027
La reciente reelección de Rafael Guerra Álvarez al frente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) ha levantado críticas debido a acusaciones de nepotismo y descontento entre trabajadores, abogados y usuarios de la justicia. A pesar de estas controversias, Guerra Álvarez aprovechó la reforma judicial promulgada para consolidar su poder en la institución, obteniendo 60 de los 79 votos de los magistrados para continuar en la presidencia desde el 1 de enero de 2026 hasta el 31 de agosto de 2027.
Esta situación es aún más relevante ya que, por primera vez, la presidencia del Tribunal será electa por votación popular en 2027. La reforma establece que todos los magistrados y jueces en funciones al momento de la modificación constitucional en diciembre de 2024 podrán participar en estas elecciones, sin que exista restricción alguna que impida a Guerra Álvarez presentarse como candidato.
Esto significa que, si Guerra Álvarez es reelegido en 2027 y consigue más votos que sus competidores, podría retomar la presidencia del Tribunal nuevamente, evidenciando cómo ha utilizado la reforma a su favor para extender su permanencia en el cargo y mantener el control sobre el Tribunal Superior.


Comentarios