La captura de Gerardo Vargas Landeros, exalcalde de Ahome, se ha generado en un contexto de serias acusaciones de irregularidades en su desempeño como funcionario público. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa consideró ilegal el amparo que Vargas Landeros había presentado para evitar su comparecencia ante el juez. A pesar de justificar su inasistencia a la audiencia con problemas de salud, un juez ordenó su detención debido a su falta de cumplimiento con las demandas judiciales.
El caso de Vargas Landeros no es aislado, ya que se suma a una serie de acusaciones de corrupción que han afectado a otros alcaldes de la misma administración morenista, como Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres, quienes también enfrentaron situaciones similares, lo que ha sido interpretado como una presión política hacia los funcionarios por parte del actual gobernador Rubén Rocha Moya.
Este evento se produce en un periodo crítico, ya que se aproxima la elección para la gubernatura de Sinaloa en 2027, lo que añade una dimensión política a las acciones legales en curso. La detención de Vargas Landeros podría tener repercusiones para el partido y los aspirantes a la candidatura, revelando la tensión política y las luchas internas dentro de Morena en el estado.