El incidente ocurrido en Santa Ana Azcapotzaltongo, Tepeji del Río, Hidalgo, destaca la creciente preocupación sobre el linchamiento y la justicia por mano propia en la región. En esta ocasión, dos personas fueron retenidas por habitantes del lugar acusándolos de robos a casa habitación, y fueron sometidos a un intento de linchamiento, lo que llevó a la intervención de la policía municipal y posteriormente de la policía estatal.
A pesar de que los agentes locales llegaron a la escena, fueron superados por la multitud en su intento de rescatar a los detenidos. Esto culminó en un rescate más amplio, donde se involucraron cuatro personas en total, quienes presentaban múltiples contusiones y hematomas. La situación refleja un patrón preocupante en Hidalgo, ya que es el noveno caso de este tipo desde que Julio Menchaca Salazar asumió la gubernatura en septiembre de 2022, con un total de 20 personas retenidas por acusaciones de delitos.
Particularmente alarmante fue el caso de Mixquiahuala, donde un hombre falleció a causa de las lesiones provocadas por una turba en un evento previo. La investigación que sigue por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado sugiere posibles fallos en el protocolo de actuación de la policía municipal, así como preocupaciones sobre la responsabilidad de los agentes en la cadena de eventos que llevaron a la muerte del hombre.
Los videos que han surgido del incidente ponen de relieve la violencia y la falta de control en la situación, así como la angustia tanto de los detenidos como de los agentes policiales, quienes parecían ser incapaces de proteger a la víctima de la turba. Este tipo de eventos desata un debate sobre la efectividad de las fuerzas del orden y la necesidad de soluciones más eficaces para abordar la inseguridad y mejorar la confianza pública en la autoridad.