El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, expresó en una conferencia que su partido respalda a la gobernadora Maru Campos y que no permitirán que se ataque la labor de sus gobiernos sin fundamentos. Romero afirmó que los gobiernos panistas en el país tienen altos índices de aprobación y que están comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas.
Este enfrentamiento entre Morena y el PAN se enmarca en un contexto político tenso en el que ambos partidos buscan consolidar su imagen en distintas regiones del país. La crítica de Luisa María Alcalde a la gobernadora de Chihuahua resuena en un ambiente donde la corrupción es un tema sensible para muchos electores, y la respuesta de Maru Campos apenas intensificó la contienda verbal.
Este evento ilustra no solo el conflicto entre dos partidos políticos, sino también la lucha por la percepción pública en una época electoral, en la que las acusaciones de corrupción y la defensa de la gestión gubernamental se convierten en armas clave para buscar el apoyo ciudadano. La respuesta ácida de Alcalde ante la amenaza de demanda refleja la estrategia de su partido, que busca posicionarse como un defensor de la transformación contra lo que ellos consideran prácticas corruptas del pasado.
Ambas partes parecen estar decididas a continuar el debate y el intercambio de acusaciones, dejando claro que estos cruces no solo son de interés local, sino que también repercutirán en la política nacional a medida que se aproximan las elecciones.