El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha anunciado un importante decomiso relacionado con el Cártel de Sinaloa, destacando la incautación de 11.5 kilogramos de fentanilo, así como 3 millones de pastillas de esta sustancia. El operativo, que se llevó a cabo en Nuevo México, también resultó en la confiscación de 4 millones de dólares en efectivo, 75 libras de metanfetamina, 4.5 kilogramos de heroína, 7.5 kilogramos de cocaína, 41 armas (incluidas algunas modificadas o de tipo fantasma) y siete vehículos.
La fiscal general, Pamela Bondi, calificó este aseguramiento como "la victoria más significativa" en la lucha de Estados Unidos contra el fentanilo, enfatizando la gravedad del problema dado que muchas de las pastillas incautadas estaban disfrazadas de oxicodona y contenían diferentes niveles de fentanilo. La operación involucró la colaboración entre varios estados, incluyendo Nuevo México, Colorado, Nevada, Utah, Oregon y Arizona, y resulta en la detención de seis personas asociadas con el grupo criminal, entre ellas Alberto Salazar Amaya, un nacional mexicano que residía ilegalmente en Salem.