La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de cancelar las visas a varios actores políticos en México, incluidos funcionarios y gobernadores del partido Morena, ha suscitado preocupación y especulación sobre las razones detrás de esta medida. La embajada de EE. UU. insinuó que esta cancelación podría estar relacionada con la participación de estos individuos en actividades delictivas, especialmente en el contexto de los cárteles mexicanos.
David Arizmendi, portavoz de la embajada, explicó que el Departamento de Estado tiene la facultad discrecional de cancelar visas cuando hay indicios de que el titular ya no cumple con los requisitos necesarios, lo que podría incluir implicaciones en actividades delictivas o riesgos para la seguridad pública. Aunque no se requiere una condena penal para la cancelación de una visa, se señaló que la existencia de información que comprometa los intereses de EE. UU. es suficiente para justificar esta acción.
La situación plantea interrogantes sobre el número y la identidad de los políticos afectados, con informes que sugieren que hay una lista de aproximadamente 50 individuos, mayormente de Morena. Sin embargo, la embajada se negó a proporcionar detalles específicos, citando razones de privacidad. Esa falta de transparencia ha alimentado aún más la especulación y el debate sobre los vínculos entre la política mexicana y el narcotráfico, así como sobre la postura de EE. UU. respecto a la corrupción y la seguridad en la región.