La absolución de Carlos Alberto, quien había sido sentenciado a 25 años de prisión por el feminicidio de Ana Gómez, resalta las deficiencias en la actuación de la Fiscalía de Quintana Roo. A pesar de que se le había señalado como el principal responsable de la muerte de Ana, la falta de evidencia contundente llevó a su liberación tras una revisión del caso.
Ana Gómez, una mujer indígena de Chiapas, fue encontrada sin vida en diciembre de 2020, y su feminicidio se caracteriza por haber ocurrido en un contexto que involucra a un colega de trabajo en el hotel Hard Rock Riviera Maya, donde ambos se desempeñaban como guardias de seguridad. La sentencia absolutoria revela que las acusaciones de testigos no fueron suficientemente sólidas y podrían haber sido meras conjeturas.
Esta situación subraya la crítica situación en torno a la justicia para las mujeres en México, especialmente en casos de feminicidio, donde las instituciones muchas veces fallan en presentar pruebas adecuadas y en comprender la violencia de género. El caso de Ana Gómez, que permanece sin resolver, continúa siendo un recordatorio de la lucha por la justicia y la protección de los derechos de las mujeres en el país.