El caso de Yuri Cristell en Tuxtla Gutiérrez es un trágico ejemplo de la alarmante violencia de género que se vive en Chiapas y en México en general. A pesar de la frecuencia con la que ocurren incidentes de feminicidio en la región, muchas veces la respuesta de las autoridades no es suficiente para garantizar la seguridad de las mujeres.
La reacción de la colectiva feminista 50 más 1 resalta la importancia de visibilizar estos crímenes y de demandar medidas efectivas para prevenir la violencia de género. El llamado a políticas públicas integrales y a la promoción de una cultura de respeto y equidad es esencial para combatir esta problemática, que no solo afecta a las víctimas directas, sino también a toda la sociedad.
Es fundamental que las autoridades tomen en serio la situación y que se implemente una estrategia que aborde las causas estructurales de la violencia de género. La seguridad de las mujeres debe ser una prioridad, y es crucial que se tomen medidas para proteger sus vidas y derechos.