El trágico suceso ocurrido en Acapulco, donde tres estudiantes del Instituto Tecnológico de Acapulco fueron desaparecidos, asesinados y desmembrados, resalta la grave situación de violencia que enfrenta la región. A pesar de un fuerte despliegue de seguridad que incluye la participación de 6,800 policías y militares durante el periodo de vacaciones decembrinas, este crimen atroz pone de manifiesto los retos de garantizar la seguridad en la zona.
Los estudiantes, identificados como Víctor Jahutzel Mendoza García, Irving Antonio Cabrero Vieyra y Raymundo Ramos Soto, desaparecieron en diferentes momentos y lugares de Acapulco. La desaparición de estos jóvenes, quienes eran estudiantes comprometidos con sus estudios, refleja una situación alarmante que afecta a muchas familias y comunidades.
Las autoridades ministeriales están llevando a cabo una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen, mientras que la comunidad busca respuestas y justicia ante la pérdida de vidas jóvenes y el impacto de la violencia en la sociedad.