La situación en Colima, especialmente en la zona limítrofe con Michoacán, se ha vuelto crítica debido a recientes actos de violencia que han dejado a varias personas muertas y otras secuestradas. Estos incidentes ocurrieron justo antes de la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien visitaba la capital de Colima como parte de su gira de rendición de cuentas.
Los ataques, incluidos el incendio de un camión de pasajeros en la carretera federal México 200 y la caída de un dron con un artefacto explosivo en Zapotán, han generado preocupación sobre la seguridad en la región. La organización civil "Libertad, Paz y Desarrollo por Coahuayana" ha denunciado la inacción del gobierno frente a esta ola de violencia, afirmando que desde el sábado grupos criminales han estado atacando el municipio de Coahuayana, con reportes de asesinatos y secuestros.
Los miembros de la Policía Comunitaria de Coahuayana han intentado enfrentarse a estos grupos delictivos, pero lo han hecho sin el apoyo adecuado de las autoridades. Además, la situación se agrava con objetos potencialmente peligrosos, como el dron con bomba que quedó en la vía pública, sin que el gobierno haya tomado medidas para desactivarlo.
Este contexto de inseguridad y la falta de una respuesta gubernamental efectiva han llevado a los ciudadanos y organizaciones locales a expresar su exigencia de atención y protección, señalando la necesidad urgente de una actuación por parte del gobierno ante esta grave crisis.