El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reconoció la grave situación de inseguridad que persiste en Culiacán, expresando que la paz aún no se ha logrado en la región. Sus comentarios se produjeron tras una marcha en protesta por la creciente violencia en el estado, que ha sido marcada por conflictos entre organizaciones criminales, específicamente entre los Mayos y los Chapitos.
En su conferencia semanal, Rocha Moya validó las demandas de los manifestantes y admitió que la lucha contra la delincuencia aún no ha alcanzado los resultados esperados, aunque enfatizó que su administración ha estado trabajando en ello. También agradeció a los ciudadanos que participaron en la marcha, la cual tuvo una notable afluencia de más de 58 mil asistentes, según estimaciones de drones de agencias internacionales. Este evento se convirtió en un tema de gran relevancia a nivel nacional, subrayando el descontento social por la violencia en el estado.
Según datos recientes, desde septiembre de 2024 y hasta finales de agosto del presente año, más de 1,800 homicidios y 1,400 desapariciones han sido reportadas en Sinaloa, aunque algunos colectivos de búsqueda sugieren que el número real de desaparecidos podría ser el doble. La situación refleja un entorno complicado, donde la seguridad sigue siendo una gran preocupación para la población sinaloense.