La reciente presentación de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025 por parte de Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha puesto de manifiesto que México continúa siendo uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo. Este informe destaca la grave situación que enfrentan los comunicadores en el país, donde desde el año 2000 han sido asesinados 150 periodistas y 28 más están desaparecidos.
En la clasificación, México se sitúa en el lugar 124 en cuanto a libertad de expresión, lo que representa una caída de tres posiciones en comparación con 2024, cuando ocupaba el puesto 121. Durante la rueda de prensa, Artur Romeu, director de RSF en América Latina, abordó varios desafíos que enfrenta el periodismo en la región. Uno de los hallazgos resaltados fue el impacto del contexto económico en la independencia de los medios, un factor que afecta a 22 de los 28 países analizados en América Latina.
Romeu indicó que hay una tendencia preocupante hacia la asignación opaca y discriminatoria de financiamiento a los medios, donde aquellos más cercanos al gobierno reciben preferencias por sobre los que adoptan posturas críticas. Este fenómeno ha sido exacerbado por la reducción del financiamiento internacional y por la transformación del modelo de negocio de los medios tradicionales debido a la competencia de plataformas tecnológicas y redes sociales.
Asimismo, mencionó que esta crisis económica ha llevado al cierre de medios y a la formación de "desiertos informativos", lo que implica una reducción en la calidad del periodismo y en la capacidad de realizar investigaciones en profundidad. A pesar de que este año se han reportado menos casos de periodistas asesinados y desaparecidos en comparación con periodos anteriores, la violencia contra la prensa en la región sigue siendo alarmante, consolidando a América Latina como una de las zonas más peligrosas para el ejercicio de los derechos humanos y la libertad de expresión.