La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para que no realice especulaciones sobre el asesinato de sus colaboradores Ximena Guzmán y José Muñoz, ocurrido el 20 de mayo. Sheinbaum enfatizó la importancia de permitir que las investigaciones se lleven a cabo para aclarar las circunstancias del doble homicidio y evitar conclusiones prematuras.
Rubio, en su declaración anterior, había señalado la existencia de violencia política en México en relación con el caso. Sheinbaum, mientras contestaba sus comentarios, pidió cautela y subrayó que aún no se conocen las causas del crimen. Además, dejó en claro que no planea aumentar las medidas de seguridad en su gobierno y negó que alguno de sus colaboradores hubiera recibido amenazas.
La gobernante también se mostró crítica respecto a las opiniones que surgieron inmediatamente después del asesinato, que sugieren la posible intervención del crimen organizado, indicando que no se puede confirmar ni negar dicha posibilidad sin evidencias claras. Aludió a su preocupación por que no se repitieran intervenciones externas en asuntos mexicanos, refiriéndose a la historia reciente y a la influencia de figuras como el expresidente Felipe Calderón.
El asesinato de Guzmán y Muñoz conmocionó a la administración capitalina, y el incidente fue confirmado por Sheinbaum durante una conferencia de prensa matutina, donde recibió la noticia en medio de una reunión con su gabinete de seguridad.