Andrés Roemer niega acusaciones de abuso sexual en su contra.

Andrés Roemer, escritor y conductor de televisión, negó “rotundamente” la acusación de abuso que declaró la bailarina Itzel Schnaas el 15 de febrero.

Andrés Roemer niega acusaciones de abuso sexual en su contra.

Fue a través de Twitter que el embajador de la Buena Voluntad para el Libre Flujo del Conocimiento de la UNESCO se pronunció respecto al caso. También negó que la Unidad de Género de Grupo Salinas lo haya declarado “violentador sexual” -como había dicho Schnaas- y afirmó que dicha Unidad declaró el caso como “improcedente”.

Roemer publicó un video en YouTube para “dar la cara” y compartir el fragmento de una conversación donde Itzel Schnaas le advertía que hay dos hombres que buscan desprestigiarlo, acto al que ella se rehusó a participar e incluso afirma que lo “defendió durante ocho meses”.



Roemer explica que desde el 9 de febrero Schnaas comenzó a publicar acusaciones en su contra a través de redes sociales, por lo que el 14 de febrero el escritor se reunió con Itzel para hablar del tema y “aclarar la situación”, en un restaurante en San Ángel, en donde presuntamente también acudieron, en calidad de testigos, Javier Contreras, maestro y coreógrafo, y Lidia Camacho, directora general de Televisión Educativa.

En el audio que Roemer compartió en sus redes sociales, en el que se percibe una edición, se escucha a Itzel Schnaas decir que “había que vestirse todos los días bien puta para ir frente a Luis Echarte, Héctor Romero y platicarles y que dieran su opinión”.

También explica que los “meses se trataban de conversar con ellos” y que ella no tiene acceso a la Unidad de Género de Grupo Salinas porque no trabaja en dicha empresa.

Por su parte Lidia Camacho, testigo de Roemer, asegura que no le parece justo que “el que estuvieran estos señores que yo desconozco ahí de TV Azteca generando este tipo de… digamos, atacándote de una manera indirecta” para las mujeres que “sí han vivido una violencia”.

Tras la intervención de Camacho, Schnaas afirma que “enfrentarse” a Grupo Salinas era “ser la ficha de ellos”, refiriéndose a las personas que “probablemente tengan una enemistad política” con Roemer.

Por último, el escritor insiste en que detrás de la acusación de abuso sexual se encuentran los intereses de dos personas “ajenos a los movimientos en pro a los derechos de la mujer”.

“Mi único propósito es que se conozca la verdad y que se esclarezca este asunto”, concluye.



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