La situación del cabrito en Nuevo León es crítica, según los productores y restauranteros de la región. La reducción del 90% en la producción de cabritos jóvenes en la última década ha llevado a un aumento del 40% en los precios, lo que pone en riesgo la disponibilidad del platillo emblemático del estado. Ana Caballero, restaurantera, y otros miembros de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Nuevo León, subrayaron que la escasez de ganado caprino y la falta de apoyo gubernamental están exacerbando este problema.
A pesar de la proximidad del Mundial de fútbol del próximo año, que podría atraer más turistas, los restauranteros advierten que esto no será suficiente para salvar la situación del cabrito. Actualmente, la mayoría de la demanda en Monterrey se satisface con cabritos provenientes de otros estados, ya que la producción local ha disminuido drásticamente. El costo de los cabritos también ha aumentado significativamente, con ejemplos concretos como el precio del cabrito más caro en el mercado que ahora ronda los 1,700 a 1,800 pesos, en comparación con precios anteriores más bajos.
Jorge Grimaldo, productor, hizo un llamado a las autoridades para que intervengan y apoyen la caprinocultura en la región, la cual ha sido descuidada. Estos cambios son preocupantes no solo para la industria restaurantera, sino también para el patrimonio gastronómico del estado, el cual podría perder un platillo clave si no se toman medidas adecuadas.