En Colima, los elementos de la Policía Estatal iniciaron un paro de labores para expresar su descontento ante un aumento salarial del 4.5 por ciento, ya que demandan un incremento entre el 10 y 15 por ciento, además de otras prestaciones que no se les han cumplido. La movilización comenzó el viernes por la tarde y hasta el mediodía del sábado se llevaron a cabo dos rondas de negociaciones con el contralmirante Gerardo Romero Santana, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, sin llegar a un acuerdo.
Los policías informaron que la última oferta del gobierno fue de un aumento del 6 por ciento, que fue rechazada, y solicitaron la presencia de la gobernadora, Indira Vizcaíno Silva, para entablar diálogo. También denunciaron incumplimientos en compromisos previos, vinculados a acceso a créditos, programas de vivienda, caja de ahorro y otros beneficios. Como resultado del paro, las calles han estado sin patrullaje, mientras que el gobierno estatal no ha emitido comentarios sobre la situación.