Lamentablemente, la situación de la seguridad en Culiacán y sus alrededores ha sido muy preocupante. El caso de Joel Ramón Noris Armenta, un elemento de Protección Civil que fue secuestrado en Navolato, resalta la violencia que enfrentan los trabajadores de servicios de emergencia en la región. Este incidente sigue a otro ataque previo en el que un paramédico de Cruz Roja fue asesinado tras ser privado de su libertad, lo que indica un patrón alarmante de agresiones hacia estos profesionales.
Además, el intento de secuestro en las oficinas de la Unidad de Servicios Estatales (USE) en Culiacán refleja la impunidad y el clima de violencia que persiste en el área, causando miedo y desasosiego entre la población y contribuyentes que buscan realizar trámites.
La respuesta de las autoridades, con la presencia de elementos de seguridad en estos incidentes, subraya la necesidad urgente de actuar para proteger a los trabajadores de emergencias y a la ciudadanía en general frente a estos actos delictivos. La situación sigue siendo crítica y requerirá medidas efectivas para mejorar la seguridad en Sinaloa.