Las conductoras y repartidoras por aplicación en la Ciudad de México han expresado su preocupación por una propuesta de regulación laboral impulsada por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. En una conferencia de prensa, el grupo "Conductoras y repartidoras unidas por México", que reúne a aproximadamente 10,000 mujeres, denunció que la iniciativa carece de perspectiva de género y no ha tomado en cuenta sus necesidades ni sus experiencias.
Miriam Salazar, una de las conductoras de Uber, hizo un llamado a la mandataria para que respete sus derechos laborales, recordando que muchas de ellas son madres solteras que enfrentan acoso diario y luchan por sostener a sus familias. Valoran la flexibilidad que les brinda este trabajo, que les permite manejar su tiempo y cumplir con sus responsabilidades familiares.
El grupo expresó su temor de que la reforma no solo pudiera despojarles de la flexibilidad laboral que valoran, sino también de que podría resultar en una drástica disminución de sus ingresos. Se mostraron preocupadas por la posibilidad de que, si la propuesta se implementa sin escuchar sus voces, podrían enfrentar una mayor subordinación en sus trabajos, mayores impuestos, procesos de selección más estrictos y una reducción en la cantidad de empleos disponibles.
En su carta a la presidenta, enfatizan que si no se considera su perspectiva en la construcción de la reforma, podrían no solo perder su fuente de ingresos, sino también la autonomía que han logrado alcanzar a través de su trabajo.