El reciente escándalo sobre la adquisición de una casa de 12 millones de pesos por parte de Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado y miembro del partido Morena, ha suscitado fuertes críticas, principalmente del presidente del PRI, Alejandro Moreno. Moreno destacó la contradicción en la que cae Noroña, quien se presenta como un defensor de la austeridad, mientras vive en una mansión.
En un emotivo mensaje en redes sociales, Moreno calificó a Noroña de "farsante" y "vividor profesional". Además, lo instó a que explique su relación con figuras como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y con Manuel Bartlett, exdirector de la Comisión Federal de Electricidad, a quien se le asocia con actos de corrupción y con el asesinato del agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena.
Moreno continuó su ataque sugiriendo que Noroña es un reflejo de lo que representa Morena: un "bufón" y un "payaso" que se disfraza de revolucionario, pero que busca únicamente beneficios y privilegios. Afirmó que el pueblo mexicano es consciente de la hipocresía y la corrupción que, según él, Noroña representa.
Las declaraciones de Moreno evidencian una clara señal de confrontación entre los partidos políticos en México, en un contexto donde la crítica a la corrupción y el nepotismo son atizadas por las desigualdades económicas que enfrenta el país.