Un agente de la policía estatal en Culiacán, Sinaloa, fue "levantado" por un grupo armado y posteriormente liberado tras un despliegue de fuerzas de seguridad. Este agente tenía la responsabilidad de proteger a uno de los hijos del gobernador, Rubén Rocha Moya, lo que convierte este evento en el segundo atentado relacionado con la familia del mandatario estatal en un breve período de tiempo.
El primer atentado ocurrió el 23 de septiembre, cuando un grupo armado atacó la camioneta en la que se trasladaba una nieta del gobernador. El ataque, que fue confirmado por Rocha Moya, se atribuyó a un intento de robo de vehículo, resultando en heridas graves para uno de los escoltas que se encontraban en la unidad.
En el incidente más reciente, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) informó que el agente sufrió lesiones durante el intento de secuestro. En respuesta a la situación, se activó un "código rojo" que permitió un operativo en el que participaron efectivos del Ejército. Durante la operación, las fuerzas de seguridad fueron atacadas por el grupo armado responsable del levantón, lo que desató una persecución en la avenida Obregón, al sur de Culiacán.
Como resultado del enfrentamiento, se detuvo a tres hombres armados y un cuarto sujeto falleció a causa de las heridas recibidas. Además, se aseguraron un vehículo, armas y equipo táctico que pertenecía al grupo delictivo.