La renuncia de Carlos Barrera como rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) ha sido un hecho significativo en el contexto de una crisis en la comunidad universitaria. Su decisión, tomada poco antes de culminar su mandato, se produjo en medio de un paro generalizado por parte de los estudiantes, quienes han tomado instalaciones clave como el edificio de Rectoría y la Casa del Estudiante.
Los estudiantes, organizados en el Enjambre Estudiantil Unificado, están exigiendo la anulación del proceso de sucesión y han logrado posponer la auscultación que estaba programada para el 12 de mayo, así como la elección del nuevo rector que se iba a realizar el 14 de mayo. En su carta de renuncia, Barrera destacó su interés en "reducir la tensión política", y defendió la situación financiera de la universidad, intentando mitigar el impacto de un audio filtrado en el que se le acusaba de amenazar con dejar las finanzas vacías si su candidata no era elegida.
Eréndira Fierro, la candidata “oficial”, también renunció a sus aspiraciones, argumentando que su decisión podría ayudar a establecer un diálogo más serio y abierto en torno a las demandas de la comunidad universitaria. Sin embargo, los estudiantes han dejado claro que consideran que ninguna de las candidaturas propuestas responde a sus necesidades, y han manifestado la posibilidad de desconocer a los miembros del Consejo Universitario.
El respaldo a los paristas ha crecido, con apoyo de profesores, estudiantes y otros miembros de la comunidad académica, quienes han emitido comunicados en apoyo a las demandas de anulación del proceso electivo y a la propuesta de que el movimiento estudiantil participe en la elección del rector interino. La situación refleja una lucha más profunda por la justicia, transparencia y equidad dentro de la universidad.