La desaparición del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis es un trágico recordatorio de la violencia que enfrenta México, especialmente en el Estado de México, que ha sido afectado por la actividad de diversos grupos delictivos. La diócesis de Cuautitlán ha solicitado apoyo en la búsqueda del sacerdote, quien fue visto por última vez el 27 de octubre en Tultepec.
La situación es preocupante, dado que solo tres semanas antes, otro sacerdote, Bertoldo Pantaleón Estrada, fue asesinado en Guerrero, lo que refleja el riesgo que corren los miembros del clero en el país. La Iglesia católica ha llamado la atención sobre la creciente violencia en México, que no solo afecta a la población en general, sino también a líderes religiosos que abogan por la paz y la justicia.
Las estadísticas indican que el Estado de México presenta una alta tasa de homicidios, siendo uno de los lugares más peligrosos del país. Es urgente que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para localizar al sacerdote desaparecido y abordar la violencia que amenaza la seguridad de todos los ciudadanos, incluidos los representantes de la Iglesia.