El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio un giro inesperado al revocar la decisión de expulsar a Enrique Ochoa Reza del Partido Revolucionario Institucional (PRI), un hecho que representa un golpe significativo para Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente del partido. Esta revocación surge en el contexto de la purga que Moreno realizó contra figuras críticas dentro de su partido, quienes cuestionaron la legalidad de su decisión de modificar los estatutos para extender su mandato hasta 2032.
Ochoa Reza, ex presidente del PRI y director de la Comisión Federal de Electricidad durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue uno de los principales detractores de Moreno, señalando la falta de éxito electoral del dirigente priista. Tras sus críticas, la Comisión de Justicia del PRI decidió expulsarlo, argumentando que sus declaraciones afectaban la imagen del partido.
En la sesión de la Sala Superior del TEPJF, se debatió un proyecto inicial que ofrecía a Moreno cierta flexibilidad, permitiendo que la Comisión de Justicia revisara su determinación. Sin embargo, esta propuesta fue desestimada por otros magistrados, quienes decidieron de manera unánime que el partido debía reponer la militancia de Ochoa Reza, revocando así su expulsión.
Este desarrollo es un indicativo de las tensiones internas en el PRI, donde un grupo de exdirigentes y miembros históricos se han opuesto a Moreno, quien enfrenta un bloque significativo que cuestiona su liderazgo y su rumbo estratégico para el partido. La situación añade presión sobre Moreno en un contexto político complicado, donde su continuidad y autoridad al frente del PRI están bajo escrutinio.