La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha decidido no reunirse directamente con los acreedores de Ricardo Salinas Pliego, empresario involucrado en un proceso judicial en Estados Unidos. En lugar de ello, su lugar será ocupado por la procuradora Fiscal de la Federación, Grisel Galeano, y representantes de la Secretaría de Hacienda para abordar los adeudos que Salinas Pliego mantiene, que superan los 500 millones de dólares.
Hace tres semanas, Sheinbaum había señalado su disposición a reunirse con los acreedores, pero en días recientes cambió su enfoque, indicando que la reunión se llevaría a cabo a nivel técnico mientras se espera una resolución del Tribunal de la Ciudad de México sobre el caso de Salinas Pliego. Este empresario había solicitado una suspensión de pago de sus deudas durante la pandemia, alegando que no podía cumplir con sus obligaciones financieras.
Sheinbaum también mencionó que hubo un arbitraje abierto en México por parte de empresarios estadounidenses debido a esta situación. Con estos cambios en el enfoque de la reunión, las autoridades buscan gestionar el asunto desde un ámbito técnico y fiscal, dejando de lado la intervención directa de la presidenta.