La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se comprometió a investigar el homicidio del empresario limonero Bernardo Bravo Manríquez, quien fue encontrado muerto en su vehículo cerca de Apatzingán, en una área controlada por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este caso ha conmocionado al sector citrícola, ya que Bravo Manríquez es el tercer productor de limón asesinado en menos de un año tras denunciar extorsiones que afectan a su industria y la inacción de las autoridades.
Bravo Manríquez, de 35 años, fue secuestrado antes de su muerte, la cual se descubrió el lunes pasado. Las circunstancias de su hallazgo son preocupantes, ya que presentaba señales de tortura y un disparo en la cabeza. Su activismo lo llevó a participar en una manifestación en octubre en la que se protestó por el bajo precio del limón, una situación que ha generado desesperación entre los productores, quienes incluso tiraron toneladas de limones a la calle en un acto simbólico contra la situación económica que enfrentan. El precio actual del limón es inferior a siete pesos, lo que ha llevado a muchos a la ruina.