Las viudas de los agentes de Investigación Vicente Monrroy Ballesteros y Paulino Castañeda Aguilar han expresado su dolor y su demanda de justicia tras la agresión que resultó en la muerte de sus esposos. Los eventos ocurrieron cuando los agentes fueron atacados en la capilla Angelito Negro 666, en Pachuca, mientras cumplían con su deber de entregar una notificación.
Aurora Isabel Zamudio Pérez, esposa de Monrroy, y Yoris Molina, esposa de Castañeda, han exigido la destitución de la comandante Patricia Moya Domínguez, a quien acusan de mal manejo y un trato inapropiado hacia sus subordinados. Zamudio Pérez mencionó que su esposo había trabajado durante 30 años y que había decidido continuar un tiempo más en el servicio para cumplir con algunos compromisos económicos, justo antes de su planeada jubilación.
Tras una reunión con Francisco Fernández Hasbun, el procurador interino de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), las viudas afirmaron que se les prometió que no se permitiría que Moya Domínguez regresara a su puesto, y que se está llevando a cabo una investigación sobre los eventos que llevaron al ataque. Ambas viudas criticaron la respuesta tardía del sistema de justicia para rescatar a sus esposos, quienes no regresaron de su encomienda y solo fueron encontrados al día siguiente, aunque ya era demasiado tarde para salvarles la vida.
Este caso resalta las tensiones dentro del sistema de procuración de justicia en Hidalgo, así como las preocupaciones sobre la seguridad y el trato a los funcionarios en el ejercicio de sus funciones. Las viudas mantienen la esperanza de que se logre justicia y se tomen medidas adecuadas para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.