El ataque armado en Ensenada, Baja California, que dejó un comerciante muerto y tres heridos, es un reflejo de la creciente violencia que enfrenta el sector pesquero en la región. La víctima, Rubén Marín Villalobos, era un conocido propietario de una pescadería con más de 47 años de experiencia en el negocio. El ataque ocurrió el 18 de agosto en la pescadería Mares del Pacífico, donde Marín fue sorprendido como cliente.
Este suceso se suma a una serie de incidentes violentos en los últimos meses, que incluyen balaceras y amenazas en el área del muelle de Ensenada y otros establecimientos. La situación ha generado preocupación entre los comerciantes y la comunidad, especialmente considerando que las fuerzas de seguridad no han logrado detener a los responsables del ataque, quienes huyeron del lugar.
Las autoridades han intensificado la presencia de elementos de seguridad, incluyendo la Secretaría de la Defensa y la Marina, en respuesta a esta escalada de violencia. Sin embargo, la impunidad en estos casos sigue siendo un tema crítico. Los comerciantes han expresado su temor por su seguridad y el impacto que esta violencia puede tener en sus negocios.