La reciente transferencia de ocho jugadores del club Águila de Veracruz a los Leones de Yucatán ha desencadenado una controversia significativa dentro de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Bernardo Pasquel, dueño del equipo veracruzano, ha acusado a Marcelo Garza, su exdirector deportivo, de realizar la transferencia de manera indebida con la supuesta complicidad de Erick Arellano, propietario del equipo yucateco.
Ambos, Pasquel y Garza, reconocen haber enfrentado numerosos problemas en la gestión del equipo en los últimos meses. Según Pasquel, tras una discusión, acordaron terminar su relación laboral en buenos términos, estableciendo que cualquier deuda pendiente se saldaría al regresar de un viaje. Sin embargo, Pasquel sostiene que Garza procedió con la transferencia de los jugadores "con toda la malicia y ganas de hacer daño".
Por otro lado, Garza sostiene que, en medio de la disputa, Pasquel lo despidió y le permitió llevarse a "todos los jugadores" que deseara, lo que él interpretó como autorización para realizar la transferencia de los jugadores, alegando que también tenía deudas pendientes con él.
Garza, quien es también empresario y propietario de un equipo amateur, indicó que había establecido un acuerdo verbal con Pasquel para manejar la parte deportiva del club, pero meses de desacuerdos sobre la administración y la falta de pago por parte de Pasquel llevaron a una discusión acalorada. La frase de Pasquel en un mensaje de texto terminó siendo el fundamento para que Garza formalizara la transferencia a favor de los Leones de Yucatán, que incluye a jugadores destacados como Yangervis Solarte y Herlis Rodríguez.
La directiva de la LMB ya ha tomado cartas en el asunto y está investigando la situación para aclarar el conflicto. La resolución de este caso podría tener repercusiones importantes en la relación entre los equipos y en la gestión de jugadores en la liga.