El incidente ocurrido en San Andrés Cholula durante la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum ha desatado la indignación de colectivas feministas en Puebla. Estas agrupaciones han denunciado que funcionarias del gobierno estatal intentaron silenciar y reprimir a víctimas de violencia vicaria que buscaban manifestarse. A pesar de los intentos de las funcionarias, las manifestantes lograron alzar una manta que exigía justicia, reflejando su lucha por visibilizar un tipo de violencia que a menudo es ignorado por las instituciones.
Las colectivas, como "Mujeres por el Derecho al Cuidado y una Vida Libre de Violencia" y "Madres Viviendo Violencia Vicaria", expresaron su profundo rechazo a la censura y control ejercido por el gobierno. Señalan que silenciar a las víctimas no solo perpetúa la impunidad y revictimiza a las mujeres, sino que también representa una violación a sus derechos humanos. En su declaración, advierten sobre la gravedad de que esto ocurra en un contexto estatal, donde el deber de quienes están en el poder es promover el bienestar y la justicia, en lugar de actuar en contra de aquellos que alzan la voz por sus derechos y experiencias de violencia.
Este acontecimiento ha levantado un llamado de atención sobre la necesidad de abordar y erradicar la violencia vicaria y de garantizar un espacio seguro para las víctimas en la esfera pública, especialmente cuando se enfrentan a la indiferencia o censura de las instituciones.