La situación en Culiacán, Sinaloa, refleja un contexto de creciente violencia derivada de la disputa entre los grupos criminales conocidos como los Chapitos y los Mayos. Según información de la Fiscalía General del Estado (FGE), en lo que va del año se han registrado 157 inmuebles vandalizados en la capital sinaloense. La fiscal Claudia Zulema Sánchez Kondo destacó que muchos de estos casos están siendo investigados, aunque los propietarios temen represalias y no siempre se atreven a denunciar.
La fiscal también mencionó un plan para restaurar los daños, enfocándose especialmente en la eliminación de pintas que glorifican a los grupos delictivos, con el objetivo de cambiar la percepción pública sobre la seguridad en la región. Esto incluye la pintura de bardas y portones que exhiben símbolos o mensajes apócrifos asociados a los cárteles en conflicto.
Los ataques a propiedades se han intensificado en las últimas semanas, con un notable aumento en el sector norte de Culiacán, mientras que el sector oriente sigue siendo el más afectado. Un ejemplo de este incremento en la violencia se observó el 10 de diciembre, cuando se reportaron ataques a dos inmuebles en el sector 21 de marzo, al sur de la ciudad. La violencia cotidiana en Culiacán representa un desafío significativo para las autoridades, quienes buscan no solo contener el vandalismo, sino también mejorar la percepción de seguridad de la población.