“La herida social que provoca la masacre del 68 nos definió en esta ciudad”: Brugada
El acto conmemorativo del 57 aniversario de la masacre de Tlatelolco, encabezado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, fue un evento significativo que no solo recordó el trágico episodio del 2 de octubre de 1968, sino que también hizo eco de las luchas actuales y el compromiso con los derechos humanos. Brugada enfatizó la importancia del movimiento estudiantil de 1968 como un punto de inflexión en la democracia del país y subrayó la necesidad de continuar transformando al gobierno para que sea realmente representativo y responda a las necesidades del pueblo.
El evento, celebrado en la Plaza de las Tres Culturas, reunió a sobrevivientes, estudiantes y miembros del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, quienes destacaron la relevancia de mantener viva la memoria de la masacre como un acto de honor y justicia. Félix Hernández Gamundi, un exintegrante del Consejo Nacional de Huelga, señaló que las nuevas generaciones se están uniendo a estas luchas, reflejando un legado continuo de activismo social.
Además, el discurso de Brugada también se alineó con posturas internacionales al expresar apoyo por el derecho de Palestina a ser un país libre y soberano, señalando un compromiso con causas más allá del contexto nacional. Esto posiciona a la Ciudad de México no solo como un espacio de diversidad y derechos, sino que también la vincula a un discurso global sobre derechos humanos, en un contexto donde la violencia de Estado y la lucha por la justicia siguen siendo temas candentes. La conmemoración, por lo tanto, no solo inspira la memoria histórica, sino que también plantea interrogantes sobre la justicia social en el presente.


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