El incidente ocurrido entre las diputadas Gabriela Jiménez de Morena y Jessica Saiden del PT, en el que ambas buscaban estar junto a Omar García Harfuch tras su comparecencia, subraya las tensiones y dinámicas personales dentro del contexto político. Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, hizo un comentario humorístico al referirse a ellas como las “Batichicas”, lo que generó risas y una atmósfera más ligera entre los presentes.
Este tipo de situaciones resalta no solo la competencia por el protagonismo en eventos políticos, sino también las interacciones interpersonales que pueden surgir en estos contextos. La escena se intensificó cuando Gabriela Jiménez intentó reiteradamente colocarse al lado del secretario de Seguridad, pero Jessica Saiden se mantuvo firme en su posición, lo que generó una situación un tanto incómoda, a la que los medios prestaron atención.
Esto no solo muestra la relevancia de la imagen y la posición que ocupan los legisladores en eventos públicos, sino también cómo el humor puede ser utilizado como una herramienta para aliviar tensiones en el ámbito político. La rivalidad entre las dos diputadas, aunque momentánea, puede reflejar las complejidades de las relaciones políticas y las aspiraciones individuales dentro de un marco partidista.