Decenas de conductores de scooters y motocicletas eléctricas se manifestaron en las escalinatas del Congreso de la Ciudad de México, expresando su rechazo a las nuevas regulaciones sobre estos vehículos. La protesta, que comenzó en el Monumento a la Revolución, incluyó pancartas con mensajes que destacaban su descontento con el gobierno y la regulación, acusando que las nuevas normativas representan un motivo para cobrar más impuestos y limitan su movilidad.
La controversia surge tras la aprobación de un dictamen por la Comisión de Movilidad Sustentable y Seguridad Vial del Congreso local, el 7 de agosto, que propone cambios a la Ley de Movilidad. Este dictamen busca clasificar y regular mejor a las bicicletas eléctricas y otros vehículos similares, estableciendo la necesidad de que estos sean emplacados y que sus conductores posean licencias. Se creó la categoría de "Vehículo Motorizado Eléctrico Personal" (Vemepe) para aquellos vehículos que cumplen ciertos requisitos, incluyendo un motor que sobrepase los 25 km/h.
Los manifestantes critican que el emplacamiento se traduzca en un nuevo impuesto y rechazan la idea de que se les prohíba utilizar las ciclovías, así como portar licencias para conducir estos vehículos. La protesta es una clara muestra de la oposición hacia las regulaciones que muchos consideran injustas y gravosas.