La situación entre India y Pakistán ha generado una gran preocupación a nivel internacional, especialmente después de los recientes bombardeos que resultaron en víctimas significativas en ambos lados. La Cancillería mexicana ha manifestado su desaprobación frente al uso de la fuerza y ha instado a ambas naciones a reanudar el diálogo diplomático. La escalada de tensiones se produce en un contexto histórico de disputa en la región de Cachemira, que ha sido un punto focal de conflictos entre ambos países desde 1947.
India justificó su ataque aéreo como una respuesta a lo que consideró campos terroristas responsables de un atentado previo en Cachemira, mientras que Pakistán ha denunciado la muerte de civiles inocentes como resultado de las hostilidades. La comunidad internacional ha respondido rápidamente, pidiendo calma y la resolución pacífica de las diferencias, dada la preocupación por las implicaciones de un conflicto entre dos potencias nucleares.
Este conflicto subraya la necesidad urgente de un diálogo que pueda conducir a una estabilidad duradera en la región y la erradicación del terrorismo, aspectos que han sido reiterados en las declaraciones de diversos gobiernos y organizaciones internacionales.