Ensenada, Baja California, ha sido escenario de un controversial acto de protesta, donde una organización llamada "Defensores" colocó una fotografía de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, junto a imágenes de criminales en un muro metálico que resguardaba el Palacio Nacional. Este evento, conocido como “El muro del miedo”, se llevó a cabo en el contexto de manifestaciones que tuvieron lugar el 15 de noviembre, relacionadas con la inseguridad en el país y el reciente asesinato de un presidente municipal.
La intervención en el muro incluyó fotos de políticos que han sido denunciados por sus presuntos vínculos con organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS). Entre los nombres destacados, además de la gobernadora, se encuentran exgobernadores y actuales mandatarios, todos relacionados con diversos delitos, desde corrupción hasta asociación delictuosa.
La protesta surge en un clima de descontento social, en el que diferentes grupos, como el Movimiento del Sombrero y la Generación Z, expresan su hartazgo ante la crisis de seguridad que afecta al país. Las acciones han provocado una serie de discusiones en redes sociales, escalando la atención hacia el papel de las autoridades en la lucha contra el crimen organizado y la percepción de un "narcoestado" en México.